Los residentes que utilizan el contenedor marrón, al menos 25 por semestre, cuentan con una rebaja del 30% en su factura.
La pandemia y las restricciones de movilidad nos han enseñado a cuidar nuestro entorno. A buscar esos espacios verdes para el paseo y el disfrute de la Naturaleza, pero también a protegerlos. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Durango, en este último año la tasa de reciclaje ha aumentado un 19,44%. Un incremento que viene motivado por la puesta en marcha del quinto contenedor en la villa a partir del pasado 4 de mayo.
En los 73 contenedores marrones que instalaron en pleno estado de alarma se han recogido un total de 140 toneladas de basura orgánica. Una cantidad nada despreciable que coloca a Durango entre los municipios con mejores tasas de recogida de Bizkaia. Desde el Consistorio quisieron recordar que su utilización tiene una bonificación en la tasa de basuras del 30% de la cuota, utilizando la tarjeta electrónica al menos durante 25 días a lo largo de un semestre.
Durante este primera año se ha distribuido un total de 13.673 tarjetas para el uso del quinto contenedor. «Los datos nos han demostrado que la instalación ha dado buenos resultados y, en ese sentido, hay que agradecer a las y los vecinos la labor solidaria que realizan», destacan responsables municipales.
En las últimas semanas, además, el Ayuntamiento ha introducido dos novedades. Por un lado, a partir del pasado día 1 se pueden depositar residuos de pescado o carne en el contenedor marrón. Un hecho que hace prever otro posible aumento en la recogida de basura orgánica. Por otro lado, con el objetivo de reducir la contaminación acústica en la villa, un vehículos electrónico recoge los residuos de las islas móviles, que se implantaron en septiembre en el caso viejo, a fin de suavizar los ruidos que generan.
Un 13% más de vidrio
«Tenemos mucho camino por recorrer para conseguir los resultados que se consiguen en otros países, pero este es un primer paso sólido. Poco a poco, la tasa de reciclaje aumenta en Durango, y tendremos que profundizar en ese camino», han admitido desde el Consistorio durangués.
En cuanto al resto de residuos, el aumento fue generalizado, a excepción de la cantidad depositada en el contenedor de color gris. Y el motivo es sencillo, ya que los deshechos orgánicos cuentan con su propio depósito para el reciclaje. Así pues, ha visto mermar su tasa en un 8%, pasando de 614 toneladas en 2.019 a 559 toneladas el pasado año.
Por otra parte, el reciclaje de productos de vidrio depositados en el contenedor verde se ha incrementado un 13%, al igual que han aumentado hasta un 8% los envases arrojados en el amarillo, así como el papel-cartón hasta un 10%. El porcentaje de recogida de pequeños residuos también ha crecido un 15% y en el caso del mobiliario la subida rondó en torno al 5%.
Además, las cantidades medias recogidas en los nuevos contenedores son muy notables. Mientras en el caso del quinto contenedor rondan los 22.000 kilos, en los biorresiduos alcanzan 210.000 kilos. El balance, por tanto, ha sido calificado de «muy positivo», según fuentes municipales.